EL BOSQUE

EL ORIGEN DE LAS ESPECIES

Si estás decidido a envejecer un vino, el terroir, esas características que lo harán distinto a los demás, comienza a adquirir sentido en el bosque. Probablemente a muchos kilómetros de distancia de donde nacen tus vinos. Esa es la importancia de seleccionar primero el mejor territorio y después el mejor árbol de cada uno de ellos.

El roble francés ha demostrado a lo largo de la historia su carácter idóneo para acompañar la crianza de los grandes vinos. Fontainebleau, Orleans o Tronçais son el principal origen de nuestras barricas. Allá nos trasladamos todos los años buscando los mejores ejemplares. Los que vemos, gracias a nuestra experiencia, que han tenido un crecimiento más constante, un desarrollo más preciso. Una historia más lenta.

Y como dentro de cualquier nave de barricas, aquí el tiempo se mide de manera distinta. No importa cómo ni cuándo. Es la tierra, con su selección natural, la que nos va guiando.

Aserradero

Principio y final

A nadie le gusta perder de vista su bien más preciado. Y para nosotros, ese es el roble. Somos la primera empresa tonelera española que realiza íntegramente bajo su control el proceso de fabricación de una barrica.

Nuestro aserradero propio y nuestras instalaciones de secado nos permiten verificar que cada paso que damos es en la dirección correcta. Desde la selección en origen a la construcción final de nuestras barricas y fudres, pasando por su transformación en duelas y su proceso de secado al aire libre que puede durar hasta 60 meses.

Una vez en nuestras instalaciones los troncos se sierran siguiendo su propia estructura interna de crecimiento. Para ello se utiliza un sistema de guiado láser por ambas caras del tronco que garantiza la uniformidad del sistema de hendido en ejemplar de roble francés que llega a nuestas manos.

Secado

El carácter del vino

Una vez dividida en duelas, la madera sigue viva. Durante el periodo de secado a la intemperie, no menor a 24 meses, la naturaleza actúa sobre ellas somentiéndolas a un curado y secado natural que lima todas las asperezas propias de la madera.

El viento, la lluvia, las temperaturas, el sol…, todos y cada uno de los procesos naturales propios de la metereología contribuyen a afinar la madera aportándole una mayor suavidad. Lo que en el bosque es áspero y rudo la propia naturaleza lo convierte en finura, nobleza y elegancia. Las características que van a describir los grandes vinos que se criarán en nuestras barricas.

Certificaciones

Logo APECF
Etiqueta UE: nuevas especificaciones para reforzar la trazabilidad de la madera
PEFC
Pertenecemos a la asociación más importante del mundo para garantizar la sostenibilidad de los bosques
ONdesF
Somos miembros de la Oficina Nacional Forestal de Francia que certifica la procedencia y el manipulado de la madera
Certificado AENOR
Disponemos de un sistema de gestión de la calidad conforme con la norma UNE-EN ISO 9001:2015